Brunello di Montalcino, Vino Nobile di Montepulciano, Morellino di Scansano y Chianti Classico, varios nombres con acento propio de la Toscana para una única vid dominante: Sangiovese, una belleza dura, que no encandila sino que quiere ser conquistada.
Agridulce, ligeramente gaseado, con aromas de grosella negra, arándano y tomillo fresco, así sabe el Sangiovese más sencillo, joven y sin mezcla de otras variedades. Dedicándole más atención a la vid, reduciendo la explotación del viñedo y elaborando con mimo el producto en la bodega y en el barril, se consigue un vino con carácter y potencial. No estamos ante un caldo blandengue y tampoco ante un vino rústico y peleón embotellado en botellas abombadas con forro de mimbre, como era costumbre hasta los años 80.
Sangiovese es el resultado de un cruce casual de las variedades Ciliegiolo y Calabrese di Montenuovo. Su nombre se lo debe a los romanos, quienes lo denominaron sangre de Júpiter (Sanguis Giovis) debido a su potente color rojo. En la actualidad, el Sangiovese es la variedad vinícola más importante y, con más de 100.000 hectáreas cultivadas, la más extendida de Italia.
En la Toscana se apreció durante muchos años su sabor frutal y agridulce, con aromas de cereza amarga, violetas y hierbas, con muchos ácidos y taninos. En la actualidad se hacen destacar más las notas de ciruela y frambuesa, que, mediante la conservación en barricas nuevas de roble, le aportan más sustancia, fuerza, cuerpo y redondean su sabor.
Ambos caldos resultan perfectos para filetes T-bone (Bistecca alla fiorentina), carne de res asada o guisada, caza, hígado y boletus, platos de pasta con sustancia y, gracias al ácido en el vino, acompañando a todo aquello que se sirva con salsa de tomate.
Únicamente el Brunello di Montalcino debe elaborarse al 100% de Sangiovese, el Vino Nobile di Montepulciano, Morellino di Scansano y el Chianti Classico pueden incluir otros tipos de uva, como p. ej., con Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Canaiolo nero. Como cada viticultor tiende a favorecer su propia mezcla, la Toscana disfruta de una enorme variedad de vinos.
A quien desee catar Sangiovese de la Toscana en su forma más pura le recomendamos los siguientes vinos:
2009 Chianti D.O.C.G., Fattoria di Basciano / Renzo Masi & C., Rufina
2009 Tenuta Frescobaldi di Castiglioni, Toscana IGT, Marchesi de’ Frescobaldi
2007 Brunello di Montalcino D.O.C.G, Castelgiocondo, Marchesi de’ Frescobaldi
2007 Chianti D.O.C.G., Tenuta San Vito
2007 Poggerissi, Rosso di Toscana I.G.T.