¿Le apetece una bonita velada para dos? Gracias a nuestras recetas sencillas pero refinadas ya no habrá obstáculos para crear un encuentro con la mejor atmósfera.
No hace falta ser un gran filósofo para descubrir la meta de todos los esfuerzos que hacemos en nuestra vida. Y no hay duda de que esto tiene mucho más que ver con los momentos menos rutinarios, más pequeños, menos festivos: los ojos brillan, la luz es tenue, la rutina está fuera, reina la alegría previa y agradables aromas fluyen por las estancias... Es entonces cuando nuestra existencia está cercana por unas horas al estado que se denomina total felicidad.
Y ahora viene la mala noticia: los momentos que describimos arriba son momentos poco frecuentes hoy en día. Y ahora la buena: es posible crearlos uno mismo, por ejemplo, haciendo que las personas que amamos sientan de nuevo todo lo que las queremos, sorprendiéndolo o sorprendiéndola con un menú especial y de celebración.
Una comida para dos elaborada con amor es uno de los regalos más grandes que nos podemos hacer a nosotros mismos y a nuestra pareja: Y es entonces cuando nos tomamos tiempo para el otro, nos cuidamos y mimamos, NOSOTROS somos lo primero durante unas horas y las preocupaciones diarias están tan lejos que la mayoría de ellas no vuelven a encontrar el camino de vuelta por sí mismas.
Si ahora ya tiene ganas de un encuentro sólo para dos: La crema de aguacate y cilantro con wan-tan de cangrejo, el tartar de salmón con perifollo, las tortitas de alforfón con un pequeño pincho de cordero o los clafoutis de frambuesa, todos ellos saben tan deliciosos como pintan y su elaboración es bastante sencilla. También hemos adaptado los ingredientes para una velada para dos.